CABREADO CON EL MUNDO

lunes, 22 de noviembre de 2010

TOTUS TONTUS (Y 2)


Bueno, vino Benedicto, circuló a toda pastilla por la calle Diputació, en contra dirección, dijo unas cuantas gilipolleces en latín, castellano y catalán (por orden de más a menos palabras), consagró la Sagrada Familia, repartió hostias consagradas por doquier, dejó hecho un asco el altar mayor, y se largó. Su marcha ha dejado afligidos a sus seguidores, a los dueños de hoteles y restaurantes, a los taxistas y hasta a las putas (porque seguro que entre tanto ferviente católico, temeroso de Dios, hay algún putero).

Entre las perlas que ha dejado dichas, cuando fue a visitar al Apóstol Santiago, destacan dos, la primera es que no se le ocurre largar otra cosa que en España hay un anticlericalismo como antes de la Guerra Civil, y la segunda, que las mujeres deben encontrar su realización en el hogar y en el trabajo, ahí queda eso.

Respecto del anticlericalismo, debo reconocer que no soy objetivo, soy ateo desde que tuve la capacidad de preguntarme sobre todo lo que veía a mi alrededor, y soy anticlerical, hasta el punto de que el alto clero me parecen una panda de payasos, seguidos por unos fieles a los que le falta una tuerca, y el Papa, claro, el payaso mayor (pido disculpa a los payasos si se sienten denigrados con la comparación).

Y en cuanto a que la mujer debe estar trabajando en casa, la frase la acompañó el tío con una demostración práctica, haciendo limpiar a un grupo de monjas  el aceite que el “notas” esparció por todo el altar, en uno de los momentos culminantes del paripé.

Pero vayamos a algo un poco más profundo, que me enciendo con estas tonterías.

Bien, resulta que la Iglesia Católica recibe del estado español la friolera de más de 6.000 millones de €, cada año, si, más de 6.000 millones de €, ¿a que nadie se imaginaba el dato?

Hagamos números:
a) 3.800 millones para financiar las escuelas concertadas, que no olvidemos son católicas, y por tanto persiguen el adoctrinamiento de los niños en la fe cristiana.
b) 900 millones en exenciones tributarias, porque claro, los inmuebles de la Iglesia no pagan IBI, ni transmisiones patrimoniales, ni nada.
c) 600 millones en sueldos y seguridad social de los profesores de religión, que dan clases tanto en las escuelas privadas como en las públicas. Son unos 30.000 profesores, casi nada.
d) 350 millones en ayudas a la conservación de su patrimonio, vamos para restaurar iglesias, capillas y demás edificios de culto.
e) 252 millones de pago directo a la Conferencia Episcopal, por el 0’7% de la casilla del IRPF.
f) 100 millones en subvenciones directas, para diversas actividades.
g) 80 millones a los fieles, por los donativos efectuados (25% en el IRPF y 35% en el Impuesto de Sociedades).
h) 15 millones en sueldos y seguridad social de los capellanes hospitalarios, penitenciarios y castrenses.

Si no me he descontado, salen 6.097 millones de €.

Además, el resto del 0’7% del IRPF, el dedicado a "otros fines sociales", lo entrega el Estado principalmente a organizaciones religiosas, como Caritas o Manos Unidas, pero este dinero lo doy por bien empleado, porque realmente se aplica en ayudar a la gente, lo curioso es que estas mismas organizaciones reciben de la propia Iglesia la friolera de 0 €, sí lo he escrito bien, 0 €, o al menos es lo que pone en el presupuesto para el 2009 publicado por la Conferencia Episcopal Española, donde, por ejemplo, dedican 960.000 € a conferencias de religiosos, o envían a la Santa Sede 392.000 €, pero a sus organizaciones absolutamente nada, se tienen que buscar la vida para poder ayudar a los demás, con las donaciones que reciben de particulares (dinero, comida, ropa) y las subvenciones del Estado (0’7 del IRPF para otros fines de interés social).

Pues bien, si yo recibiera cada año más de 6.000 millones de €, vendría de rodillas desde la Jonquera a la Diagonal, y hablaría maravillas de este país en lugar de criticar el anticlericalismo con comparaciones históricas de mal gusto, y dar lecciones de machismo.

Y encima todo se hace con dinero público, pero no creo que se llegue a formar nunca un gobierno con las suficientes narices como para acabar con este escándalo. ¡Qué país!

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