CABREADO CON EL MUNDO

sábado, 25 de septiembre de 2010

QUE PAREN ESPAÑA, QUE ME BAJO



Hace unos días exhibieron en una cadena de televisión privada un documental, que ellos autodenominaron estudio sociológico, sobre la vida de una famosa tertuliana y opinadora de temas en general y, entre otras cosas, explicaban cómo era admirada por un alto porcentaje de la población; el documental se llamaba “La princesa del pueblo”. Cuando mi hijo me habló del susodicho programa pensé: una operación de lavado de imagen de la cadena hacia su empleada, que últimamente se ha visto involucrada en numerosos líos.

Pero cuál ha sido mi sorpresa cuando veo publicado en diversos medios de comunicación una encuesta realizada por una prestigiosa firma de prospecciones estadísticas, que señala el sorprendente dato de que, si la susodicha (rubia, algo cateta, fea, de habla ordinaria, y tremendamente bruta) opinadora se presentase a las próximas elecciones generales, tendría la llave de gobernabilidad del país, y lo más sorprendente, que si se presentase a las próximas elecciones catalanas sería la tercera fuerza política, es decir, que obtendría más votos que ERC, PP y IC. ¡Acojonante!

No perdamos de vista que dicha señora ha pasado de ser cajera de un supermercado, a “princesa del pueblo” y líder de opinión, gracias a un embarazo no deseado (no deseado para el padre, que pasa olímpicamente de la hija) de un torero no demasiado inteligente, que pasaba por allí.

Después me vino a la mente una imagen que vi en un partido de fútbol del pasado mundial, donde algunos aficionados desencajados por los gritos y la emoción, exhibían una pancarta, donde había una bandera de España, con toro de Osborne incluido, y una leyenda que decía: “GRACIAS DIOS MIO POR DEJARME SER ESPAÑOL”. Naturalmente agradecían al Creador que tuviera hacia ellos la deferencia de haberlos dejado llegar al mundo es este extraordinario país.

Y encadenando pensamientos me vinieron a la mente hechos que han pasado en España (porque lo que pasará es todavía un misterio pero, sin duda alguna, igualmente interesante).

Pues bien, digo que este país llamado España es realmente extraordinario, por esas cosas que han sucedido desde que yo tengo uso de razón, porque lo que pasó antes de que yo naciera, desgraciadamente lo tendría que explicar de oídas, y los historiadores lo harán mucho mejor.

Pues bien, dudo yo que exista otro país donde, simultáneamente, se hayan dado los siguientes sucesos:

1.- El Ministro del Interior, y el Secretario de Estado de Interior, máximos jefes de la lucha antiterrorista, estaban en la cárcel por terroristas y secuestradores.

2.- El Director General de la Guardia Civil, estaba prófugo de la justicia.

3.- El Gobernador del Banco de España, estaba en la cárcel por corrupto y malvelsador.

4.- El Síndico de la Bolsa de Madrid, estaba procesado por aprovecharse, en beneficio de su bolsillo, de la información privilegiada que conocía gracias a su cargo de controlador de la limpieza del mercado de valores.

Todo esto simultáneamente en el tiempo, claro.

Pero han pasado más cosas curiosas. Anteriormente unos guardias civiles, uno de ellos bigotudo, habían irrumpido a tiro limpio en el Congreso de los Diputados, en plena sesión de investidura del nuevo Presidente del Gobierno, así como si nada, dejando una gran cara de asombro entre sus señorías, incluidos el presidente saliente y el entrante, y todo ello retransmitido en directo por televisión; en fin, que tuvieron secuestrados a los representantes electos de los ciudadanos toda la noche, hasta al día siguiente, cuando de forma algo patética saltaron los guardias civiles asaltantes por las ventanas del edificio, mientras arrestaban al jefe bigotudo.

Siguiendo con este elemento, dicho individuo después quiso ser diputado, para volver a entrar en el Congreso, pero por las buenas, creando un partido político que se llamó Solidaridad Española, pero sólo le respaldaron 28.000 votos, muchos menos de los que, parece ser, obtendría la opinadora cateta, según la encuesta realizada.

En fin, este caballero que, dicho sea de paso, fue uno de los pocos procesados por el patético intento de golpe de estado, fue condenado a 30 años de cárcel, pero a los 12 años (cuando nadie se acordaba) ya estaba en la calle, y eso que fue el último en salir. Este señor también tiene el honor de ser el único preso de España que ha tenido una prisión para él solito, y que, además, se le dispararon los niveles de colesterol por comer demasiado marisco, lo cual dice mucho en su favor, porque eso no es fácil de conseguir para la población carcelaria española. Después de salir de la cárcel, parece ser que estudió una carrera universitaria, y ahora es artista.

En fin, que mientras el bigotudo campaba a sus anchas por el edificio del Congreso de los Diputados, un par de colegas suyos sacaron los tanques a circular por las calles de Valencia y Madrid, con gran disgusto de los respectivos alcaldes, por el deterioro del mobiliario urbano que ello supuso.

Y siguiendo con los guardias civiles asaltantes, ninguno de ellos fue condenado, salvo el jefe, y además obtuvieron diversos premios y promociones durante su carrera, y eso hace daño a la integridad moral, cuando paralelamente resulta que hubo unos militares que fueron pocos años antes expulsados del ejército… por demócratas.

Pero en España han sucedido otros sucesos curiosos y que no tienen comparativo en el resto de países civilizados, y yo creo que tampoco en los menos civilizados e, incluso, en los nada civilizados: algunos de esos hechos son tristes, como el caso de un policía torturador que recibe la medalla de oro al mérito del trabajo; y otros hechos son más bien dicharacheros, como el caso de una famosa folclórica, ya fallecida, que le pedía una peseta (todavía no había euros) a cada español, para resolver sus problemas con Hacienda, porque, parece ser, la señora pensaba que las artistas que además eras símbolos de España, pues que no pagaban impuestos.

En fin, que a pesar de que me dicen que soy un tipo hermético, ahora mismo me entran ganas de desmelenarme y preguntar: ¿dónde está la ventanilla para hacerse finés, o canadiense, o mongol?